Tener una cabellera en perfecto estado es, sin duda, el objetivo de la mayoría. Pero no todos consiguen lucir una melena suave, sedosa y brillante. Y es que existen diferentes comportamientos y acciones que tenemos con nuestro pelo, que pueden estropearlo. Llevando a que este se encuentre opaco, reseco, quebradizo y sin vida. Pero en este post nos gustaría hablar sobre el cabello suave, ¿cómo conseguirlo?
Si lo que quieres es lucir siempre de la mejor forma, un cabello suave, luminoso y manejable será tu mejor accesorio. No existe mejor sensación que recorrer la melena con los dedos y que esta se encuentre libre de nudos, sea sedosa y fuerte. Descubre aquí los mejores trucos para lograr el cabello suave que tanto deseas y mantenerlo en el tiempo.
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¿Por qué se deja de tener el cabello suave?
Por falta de hidratación, principalmente. Un cabello saludable, flexible y sedoso es aquel que cuenta con la hidratación necesaria. Este equilibrio puede verse afectados por diversos motivos. El aire seco en lugares con calefacción o el uso excesivo de secadores, pueden afectar el estado del cabello. Llevándole a perder elasticidad, quebrándose y aumentando el encrespamiento. Desgraciadamente, un exceso de hidratación tampoco ayudará a lucir el cabello suave. En cambio, es responsable de problemas como el pelo graso.
¿Por qué es importante tener el cabello suave?
Tal como hemos visto, la suavidad del cabello puede llegar a perderse por descuido. Alterando la imagen del individuo. Actualmente, la buena presencia resulta muy importante en la sociedad y la melena, juega un papel fundamental en este sentido. Tener el pelo suave es importante por las siguientes razones:
- Un cabello suave resulta más fácil de desenredar.
- El aspecto de una melena sedosa, es hermoso.
- Tener el cabello suave es una señal inequívoca de que se encuentra en buen estado.
- No presenta encrespamiento o frizz.
- Mantiene las ondas o hebras lisas controladas.
- Lucirá mejor con cualquier accesorio que se añada al estilo.
- Suele ser un cabello más resistente.
Trucos para mantener el cabello suave
Conoce tu cuero cabelludo y su pelo
¿De qué forma es tu pelo y tu cuero cabelludo? ¿Tiene características resecas o es grasoso? ¿Es liso, rizado o teñido? Tener esto en cuenta y respetar sus particularidades te ayudará a entenderlo de forma adecuada. Sabiendo como lavarlo de manera correcta para no afectar su suavidad.
En el mercado existe una gran variedad de productos, pensados para las necesidades específicas de cada cuero cabelludo y pelo. Por lo que, no existen excusas para tratar a la melena con cosméticos poco apropiados para sus requerimientos.
Realiza el lavado según tu tipo de pelo
Tener en cuenta cuál es tu tipo de cabello y cuero cabelludo, no ayudará únicamente a saber qué producto es más efectivo en su cuidado. También servirá para tener en cuenta, cada cuanto deberá lavarse.
Según la Asociación Canadiense de Dermatología, el pelo graso debe ser lavado con más frecuencia que el cabello tratado químicamente o reseco.
Utiliza siempre acondicionador
En tu rutina de cuidado y limpieza del cabello, no puede faltar el acondicionador. Este producto es de los principales responsables de una melena suave, sedosa y brillante. Puesto que, entre sus ingredientes, se encuentran componentes esenciales para proteger e hidratar la cabellera.
Existen acondicionadores de muchos tipos. Algunos tienen como tarea, incrementar la luminosidad de la melena. Otros se encargan de reducir el frizz. Mientras que ciertos de estos productos cuentan con protección UV, para evitar el daño causado por el sol al cabello.
Este no es un producto de uso exclusivo para mujeres. Sin importar que seas hombre, el acondicionador debe formar parte de tu rutina de cuidado capilar, para tener el cabello suave.
No apliques agua caliente si deseas un cabello suave
Es innegable que las duchas de agua caliente son muy relajantes, principalmente al finalizar la jornada diaria. No obstante, someterse a baños de agua muy caliente, puede ser perjudicial para la suavidad del pelo. Puesto que esta temperatura se encarga de eliminar los aceites naturales del cabello, necesarios para mantener en buen estado el cuero cabelludo. Lo que resta hidratación y protección capilar.
Huye de los aparatos de calor
Los secadores, planchas, tenazas o cepillos secadores, son herramientas que se vuelven indispensables a la hora de crear excelentes peinados. Permiten alisar una melena crespa, rizar el pelo lacio, dar volumen y estilo al cabello. Sin embargo, para funcionar, requieren de altas temperaturas, que son las responsables de modificar la estructura del cabello. Además de restar hidratación y suavidad al pelo.
Los aparatos de calor dañan la cutícula del cabello, haciendo que este se vuelva opaco, reseco y quebradizo. Características que se alejan mucho de la textura sedosa deseada. Por eso, es importante limitar su uso a una vez por semana y solo si son realmente necesarios. Procurando ajustarlos a la más baja temperatura, para reducir el daño.
Deja tu pelo secar al aire libre
Tal como explicamos en el punto anterior, someter al cabello a herramientas como el secador, afecta su suavidad. Una vez lavado el pelo, lo mejor será dejarlo secar al aire libre, para evitar quitarle humedad interna a las hebras.
Mantén una alimentación rica en nutrientes para el cabello suave
Si buscas un crecimiento suave de tu cabello, lleno de salud y brillo, es importante que este se encuentre bien nutrido. El pelo obtiene su nutrición de los folículos pilosos y estos la toman del torrente sanguíneo. Por lo que se vuelve muy importante que tu alimentación sea adecuada.
Procura llevar una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, grasas naturales, vitaminas, minerales y aminoácidos. Todos responsables de la salud capilar.
Evita los tratamientos químicos
Tratamientos que impliquen el uso de tintes, decolorantes, permanentes o alisados agresivos, pueden modificar negativamente la estructura capilar. Si tienes el cabello teñido o decolorado, lo más recomendable será espaciar los retoques. Poniendo un tiempo prudencial entre procedimientos de al menos 10 semanas. Además, no te sometas a más de una técnica con químicos al mismo tiempo. Hazlo preferiblemente en dos sesiones, con un espacio de 15 días entre ellas.