Una persona tiene un promedio de cien mil pelos en su cuero cabelludo. Existen razones que pueden hacer que esta cantidad de cabello disminuya drásticamente. En la mayoría de los casos son procesos naturales o enfermedades, como la alopecia o el envejecimiento. Estas son razones que aumentan la pérdida de la hebra capilar. Pero también la tricotilomanía es una razón de pérdida de pelo. Una conducta compulsiva, muy perjudicial.
Las personas que sufren de este trastorno psicológico, tienen la costumbre de jalar el pelo en zonas localizadas hasta trozarlo o incluso arrancarlo desde la raíz. Asimismo, de una parte de las personas que padecen esta afección, cerca del 30%, termina tragando el cabello. A este trastorno se le conoce como tricofagia.
Aunque principalmente ingieren las hebras del cuero cabelludo, algunos ingieren vellos de otras áreas como piernas, brazos, pestañas y cejas. En este post te explicamos todo sobre la tricotilomanía y como tratarla.
¿Qué es la tricotilomanía?
La tricotilomanía es un problema de índole psicológico donde la persona siente el deseo compulsivo de arrancar su cabello de raíz. Los pacientes con tricotilomanía suelen arrancarse el cabello de la cabeza, cejas, pestañas, brazos o la región púbica. Es un comportamiento que se presenta más en las mujeres, pero puede aparecer en individuos de cualquier género y edad.
Este trastorno se reconoce debido a que el individuo intenta repetidamente y sin éxito, dejar de llevar a cabo el comportamiento. Otra señal es que la persona comienza a tener trastornos o angustia, que lo llevan a aislarse socialmente, avergonzarse, abochornarse o padecer otro tipo de molestias, debido al comportamiento.
Si esta afección no es tratada a tiempo puede causar la calvicie definitiva, pérdida de pelo en áreas específicas. También pérdida de cejas, pestañas o daños severos a los folículos capilares. En el caso de los niños, la falta de pelo en algunas áreas puede ocasionar burlas en el colegio. Cuando el pelo crece nuevamente, provoca picazón. Esto aumenta la posibilidad de que la persona lo arranque nuevamente, para evitar la incomodidad. Lo que crea un círculo vicioso.
Al menos el 20% de las personas que padecen de tricotilomanía, también padecen de tricofagia, que es la compulsión de comerse el cabello. Al padecer a la vez de este trastorno, también llamado síndrome de Rapunzel, el problema se agrava. Ya que, al ingerir el cabello, se forman bolas en el intestino que pueden terminar por obstruirlo. Estas solo pueden ser retiradas a través de cirugías.
¿A quién afecta este trastorno?
La tricotilomanía afecta entre el 2% y el 4% de la población del mundo. Al menos el 90% de los casos existentes, lo padecen mujeres. Sin embargo, existen hipótesis que aseveran que este sufrimiento se podría generar con igual asiduidad tanto en los hombres, como en las féminas. Esto puede deberse a que las mujeres son quienes, con más frecuencia, visitan a los especialistas. Puesto que la calvicie en los hombres, socialmente es mas aceptada.
Podría decirse entonces que se refleja un mayor número de casos en mujeres, debido a que estas buscan el tratamiento con mas frecuencia. En el caso de los niños, el problema se presenta en el mismo porcentaje en ambos sexos.
Causas de la tricotilomanía
Se desconocen las causas exactas que provocan el impulso incontrolable de arrancarse el cabello. Se presume que puede deberse a estímulos internos y externos. Estos pueden ser: Cansancio, relajación, aburrimiento, distracción. Que pueden presentarse en momentos como cuando se esta sentado en el sofá relajado, se trabaja en la computadora, se mira al espejo, se ve la TV, etc.
También se piensa que arrancarse el cabello en algunas personas, guarda relación con estados de estrés y ansiedad. No todos están bajo esta tensión, pero es una de las razones por las cuales se cree que se presenta este comportamiento.
¿Cuáles son los tipos de tricotilomanía?
Existen dos formas de clasificar la tricotilomanía. Veamos cuales son los tipos de tricotilomanía según esta clasificación.
Según el tiempo en que se exteriorizan los síntomas
- Inicio precoz: Se presenta entre los 5 y 8 años de edad. Son episodios de corta duración, que no representan un problema grave. Es un trastorno que por lo general desaparece por si mismo. Pero se debe mantener vigilancia, ya que podría presentarse nuevamente en la adultez.
- Inicio tardío: En este tipo de tricotilomanía, el comportamiento es incapacitante y crónico. Puede afectar a adolescentes y adultos. Los síntomas son discontinuos, aparecen y desaparecen. Presentándose continuamente a lo largo de su vida. Pueden desaparecer por periodos de días, semanas, meses o años y luego reaparecer.
Según el estado de consciencia que tiene el paciente al arrancarse el cabello
- Automático: No existe consciencia de que el individuo se está arrancando el cabello. Se dan cuenta una vez que lo han arrancado. Es una conducta que realizan mientras están distraídos en alguna otra actividad. Como ver la TV, estar frente a la computadora. Este tipo afecta al 75% al menos, de las personas que padecen esta afección.
- Consciente: Aun cuando las personas están conscientes de que están arrancando su pelo, no son capaces de detener el impulso. Se sienten tensionados y al arrancar el cabello sienten que esto disminuye. Este tipo es padecido apenas por el 25% de los pacientes que sufre de tricotilomanía.
Pueden existir casos donde el individuo padezca de ambos tipos, alternados en distintos momentos de su vida.
¿Cómo se cura la tricotilomanía?
Lo mas aconsejable para los pacientes de este trastorno es la terapia cognitivo conductual. Es una terapia que reducirá sus síntomas. Hace a las personas más conscientes de su comportamiento y los ayuda a reconocer los detonantes y momentos en que la conducta será activada. Se les otorga herramientas que permiten cambiar la conducta que los lleva a arrancarse el cabello, por otras acciones. Como golpear suavemente una pared, sentarse sobre las manos, apretar los puños.
Esta afección tiene mucha relación con el estrés. Con este tratamiento se logra reducir y eliminar la conducta de arrancarse el cabello. También se logra controlar la ansiedad, baja autoestima, depresión y estrés, que se relacionan con el trastorno.